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De fiebres y desiertos

Visor Libros, 1999

De fiebres y desiertos

“Para dar cuerpo lírico a la realidad, el poeta remite al tema al amor, un amor incendiario que todo lo consume a su paso. Además, se plantea el enigma de la feminidad pugnando -vana empresa- por desvelar, siquiera parcialmente, sus muchas máscaras. En su coda, se vuelve al eterno tema del hombre y su lugar en el mundo: la alegría de ser, la inquietud del existir, los desvaríos que produce la soledad…

De fiebres y desiertos es un libro escrito con una elegante sencillez no exenta de voluntad esclarecedora, con música, con emoción. Con todo aquello, en suma, que transmite la poesía verdadera”.

Luis Alberto de Cuenca


 
  




LA PIEL DEL PARAÍSO


La dicha es el recuerdo de lo que no se tuvo,

de las palabras idas

en tardes de azoteas solitarias, sumido en la constancia

que vuelve una proeza la vida y su conjuro.

Ahora, cuando entretienes

los días de la nada bajo la certidumbre

de lo que fue deseo, memoria más feliz, mar tan azul y en calma,

vas borrándole al tiempo las manchas del dolor, 

las huellas de la lluvia

ligera entre los ojos.

El resplandor del mal ya no cabe en los párpados,

ni el tránsito lábil

de las horas que aguardan el vértigo primero del inmenso crepúsculo.

Sumido en el reflejo

que devuelven las luces tibias del corazón,

rota un día la voz que mordiera el pecado,

la voz de la venganza,

queda el olvido mismo, los lugares soñados, la piel del paraíso.